"Madre mía, que dolor de pierans", eso ha sido lo primero que he pensado esta mañana al levantarme y poner un pie en suelo, el siguiente pensamiento ha sido de satisfacción "eso es que ayer entrené bien". No es un dolor agudo que haga daño, ni un dolor localizado que pueda apuntar a una lesión, no son tampoco las famosas agujetas, ni el dolor de un golpe ocasional. Es un dolor en los musculos, fatiga, que demuestra que se han esforzado, que han trabajado y que, aunque les duela, están contigo en la empresa que les quieras encargar, por pequeña o grande que esta sea.
Lo siguiente que me ha venido a la cabeza ha sido, una vieja entrada que publiqué en mi arcaico Space de MSN, de mis tiempos viviendo en Irlanda. En ella reflexionaba sobre como me dolian las piernas después de mi primera salida en bici de más de 70km por aquellas tierras, despues de más de un año sin apenas hacer nada de deporte. No recuerdo si las piernas dolían más o menos, pero si recuerdo que la sensación de satisfacción y el "sabor" de las endorfinas y el lactato, eran totalmente idénticos.
Ayer, por primera vez desde hace unos meses me dispuse a hacer mi primera tirada laraga a pie, entendiendo laraga para mi más de 10 kilómetros. Al final la falta de luz me oblogó a dejarlo en 9km pelaos, pero el ritmo fue alto y las sensaciones bastante buenas, asi que hoy estoy satisfecho de que me duelan las piernas, ya que parece que vamos por buen camino en la preparación de nuestro reto en la Behobia - San Sebastian.
Nada tienen que ver ni mi forma física, ni mi estado personal, ni muchas otras cosas entre los dos momentos que relaciono en esta entrada, pero me alegra descubrir que aun en momentos tan diferentes de la vida, la actividad física te proporciona sensaciones en las que recuerdas que sigues siendo la misma persona.
Desafortunadamente no tengo el link, ni la memoria pra reproducir aquel texto, tampoco es esa mi intención, pero si creo que puedo repetir la frase con la cerré la reflexión por aquel entonces, ya que también hoy me viene al pelo:
Me duelen las piernas, y me encanta.
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