Empieza todo un día que no tienes muchas ganas de entrenar, las articulaciones te duelen un poco más de lo normal, y la garganta empieza a picar. Al día siguiente estornudas unas pocas veces, el picor de la garganta se transforma en dolor, y la cabeza está permanentemente embotada. El siguiente paso es perder el apetito, dolores generalizados en todo el cuerpo, y la falta de energia remanente para casi cualquier movimiento.

Mocos, muchos mocos, mareas de mocos marcan el paso al siguiente nivel. Nariz roja, labios cortados, esputos de campeonato y la cabeza un tanto más despejada empiezan a ser, aunque no lo parezcan, buenas noticias. El penúltimo paso lo marca una pequeña congestión acompañada por alguna tos esporádica.

Esta desagradable sucesión de desgracias corporales, es un aproximado resumen de la semana que lleva mi cuerpo ocupado por los poco amigables virus de la gripe. A la mierda el entrenamiento, claro está, a día de hoy aun no estoy en condiciones para entrenar, y por desgraicia he dado un pequeño paso atrás en mi estado de forma, pero muy mal me tienen que dejar para que descarte el Duatlón de Cercedilla el próximo domingo, que los globerillos tenemos nuestro orgullo, y nuestro estatus que mantener... os mantendré informados.