Retales Everywhere! |
No se si el plantearme un post resumiendo y haciendo un Pseudo-Análisis de la que ha sido mi temporada deportiva en este 2011, me convierte en un genuino troglodita, o simplemente es que hemos evolucionado poco como especie, y que los instintos básicos, como los resúmenes anuales, se mantienen intactos aún después de milenios.
Seguramente será innecesario, ya que el mejor resumen de mi año se obtiene haciendo click en la pestaña superior de este blog, Eventos 2011, pero me apetece ponerle un poco de literatura a lo que se puede visualizar ahí con un golpe de vista.
No se me ocurre una manera mejor de definir lo que ha sido mi año deportivo que la que da título a esta entrada, Un año a retales, ya que tengo la sensación de no haber tenido una mínima continuidad en mi rendimiento ni en mi progresión durante el año, y todo lo que he hecho ha sido a tirones, juntando retales de entrenamientos, consecuencias de lesiones, y preparaciones hechas a medias y sin pulir.
El objetivo principal del año era claro: debutar en un triatlón de distancia Medio Iron Man, concretamente Ican Marbella. Todas las demás pruebas, retos, o como se quieran llamar, se irían escogiendo a lo largo del año, según su adecuación a mi calendario.
Como ya epliqué en el post dedicado a mis Reflexiones en Ican Marberlla, los meses anteriores a la prueba fueron dificiles, por la imposibilidad de correr a pie, debido a una lesión en la cintilla iliotibial de la rodilla izquierda que llevaba arrastrando desde el año anterior, y que hasta bien entrado el mes de febrero no me impidió realizar un entrenamiento completo. Ese fue el primer retal del año, intentar entrenar un triatlón, de larga distancia, improvisando mientras intentaba curarme la rodilla.
Finalmente, llámese voluntad, o cabezonería, pude acabar la prueba, aunque como explico en la entrada referida, con muy malas sensaciones, y un sentimiento claro de derrota.
Como ya epliqué en el post dedicado a mis Reflexiones en Ican Marberlla, los meses anteriores a la prueba fueron dificiles, por la imposibilidad de correr a pie, debido a una lesión en la cintilla iliotibial de la rodilla izquierda que llevaba arrastrando desde el año anterior, y que hasta bien entrado el mes de febrero no me impidió realizar un entrenamiento completo. Ese fue el primer retal del año, intentar entrenar un triatlón, de larga distancia, improvisando mientras intentaba curarme la rodilla.

Finalmente, llámese voluntad, o cabezonería, pude acabar la prueba, aunque como explico en la entrada referida, con muy malas sensaciones, y un sentimiento claro de derrota.
Aprovechando el punto de forma, y que el retal parecía que no se rompía, me apunté para correr mi primera carrera popular de 10 kilómetros, concretamente, los 10k de Madrid. Muy buena experiencia, en la que baje de los 50 minutos aún a pesar de un recorrido nada favorable.
La siguiente parada, dos semanas después, fueron las 24Doce de Mountain Bike en Moralzarzal, en equipos de cuatro con mis compañeros del Club Ciclista Guadarrama. Como ya expliqué en su correspondiente post, la cosa fue dura, muy dura, tanto por las características de la prueba como por el tiempo infernal que sufrimos. Una experiencia única sin duda, pero también todo un desafió para la lógica.
Aunque conseguimos salir de una pieza de esta dura prueba, aquí se marcaba el fin del retal que había aprovechado desde Marbella, y es que un pequeño golpe con la potencia del manillar en la rodilla, me dejaba sin poder correr durante dos semanas.
Dos semanas que marcaban justamente la fecha del siguiente objetivo, la III Vuelta a la Jarosa, de mi pueblo natal Guadarrama. Aun a pesar de la lesión, pudo más el corazón que la cabeza y me presenté a correr, con un resultado discreto, pero acabada que era lo importante.
Ya sin dolores, aprovechando un nuevo retal, me puse como siguiente reto probar por primera vez el triatlón en distancia olímpica, en el Triatlon de Castellon, pero resultó que este retal no era de calidad, y la racha buena me duró hasta que a mediados de Junio me fracturaba la cabeza del radio en una desafortunada caida. La distancia olímpica quedaba pospuesta, y durante las siguientes 6 semanas me veia obligado a estarme quietecito sin poder casi entrenar.
Una vez recuperado, a finales de Julio, empezaba de nuevo casi desde cero la temporada, para matar el gusanillo con un par de dautlones cross en Alpedrete an Agosto y Cercedilla en Octubre, y rematar el año en Noviembre con la popular carrera Behobia - San Sebastian y sus 20 sinuosos kilómetros.
En los duatlones las experiencias fueron bien distintas, así en Alpedrete llegue con miedo, pero con unas buenas semanas de entrenamiento en las piernas, haciendo un papel bastante mejor de lo que me esperaba.
Mientras que llegando a la fecha de Cercedilla, otro parón obligado en forma de bonito resfriado, me dejaba 10 días arrastrado en busca del siguiente retal, aunque como habréis notado ya, mi cabezonería me olbligo a ir y acabar la prueba, sin importar en que condiciones.
Menos de un mes quedaba para el reto que daría por cerrada la temporada, ya sin problemas intentaba prepararme bien para una distancia tan larga a pie, cosiendo a conciencia las puntas de este último retal del año. Aunque algo debí hacer mal, ya que a menos de dos semanas de la prueba, de nuevo una lesión, esta vez en los isquiotibiales me obligaba a parar, y hacer juegos malabares con el reposo, el calor y el fisio, para poder llegar en condiciones a la cita.
Como no podía ser de otra forma, me presente a correr, desde Behobia a San Sebastián y a disfrutar de un fin de semana completito en la capital de los pintxos. Como en toda historia de superación personal que se precie, el final fue feliz, la carrera transcurrió sin percances, y acabé con el tiempo previsto y la satisfacción del trabajo bien hecho.
El resumen del año deportivo acabaría aquí, y hasta aquí contamos los retales que juntos han compuesto mi año 2011, el cual ha sido productivo por el número y variedad de pruebas, pero dejándome sensaciones contrapuestas, ya que si bien he podido finalizar todos los retos a los que me he podido presentar, no he encontrado en ningún momento del año una plenitud ni punto de forma que me llenara, como si me ha ocurrido otros años. Toca aprender de aciertos y errores y plantear nuevas estrategias para el futuro.
Para finalizar, y siguiendo un orden cronológico, la semana de parón total que siguió a San Sebastián, y todos los entrenamientos siguientes los considero ya parte de lo que será mi temporada / año 2012, de la cual, como buen cavernícola parlamentario os hablaré en siguientes entradas... seguid atentos!
La siguiente parada, dos semanas después, fueron las 24Doce de Mountain Bike en Moralzarzal, en equipos de cuatro con mis compañeros del Club Ciclista Guadarrama. Como ya expliqué en su correspondiente post, la cosa fue dura, muy dura, tanto por las características de la prueba como por el tiempo infernal que sufrimos. Una experiencia única sin duda, pero también todo un desafió para la lógica.
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24Doce Barro |
Dos semanas que marcaban justamente la fecha del siguiente objetivo, la III Vuelta a la Jarosa, de mi pueblo natal Guadarrama. Aun a pesar de la lesión, pudo más el corazón que la cabeza y me presenté a correr, con un resultado discreto, pero acabada que era lo importante.
Ya sin dolores, aprovechando un nuevo retal, me puse como siguiente reto probar por primera vez el triatlón en distancia olímpica, en el Triatlon de Castellon, pero resultó que este retal no era de calidad, y la racha buena me duró hasta que a mediados de Junio me fracturaba la cabeza del radio en una desafortunada caida. La distancia olímpica quedaba pospuesta, y durante las siguientes 6 semanas me veia obligado a estarme quietecito sin poder casi entrenar.
Una vez recuperado, a finales de Julio, empezaba de nuevo casi desde cero la temporada, para matar el gusanillo con un par de dautlones cross en Alpedrete an Agosto y Cercedilla en Octubre, y rematar el año en Noviembre con la popular carrera Behobia - San Sebastian y sus 20 sinuosos kilómetros.
En los duatlones las experiencias fueron bien distintas, así en Alpedrete llegue con miedo, pero con unas buenas semanas de entrenamiento en las piernas, haciendo un papel bastante mejor de lo que me esperaba.
Mientras que llegando a la fecha de Cercedilla, otro parón obligado en forma de bonito resfriado, me dejaba 10 días arrastrado en busca del siguiente retal, aunque como habréis notado ya, mi cabezonería me olbligo a ir y acabar la prueba, sin importar en que condiciones.
Alpedrete |
Menos de un mes quedaba para el reto que daría por cerrada la temporada, ya sin problemas intentaba prepararme bien para una distancia tan larga a pie, cosiendo a conciencia las puntas de este último retal del año. Aunque algo debí hacer mal, ya que a menos de dos semanas de la prueba, de nuevo una lesión, esta vez en los isquiotibiales me obligaba a parar, y hacer juegos malabares con el reposo, el calor y el fisio, para poder llegar en condiciones a la cita.
Como no podía ser de otra forma, me presente a correr, desde Behobia a San Sebastián y a disfrutar de un fin de semana completito en la capital de los pintxos. Como en toda historia de superación personal que se precie, el final fue feliz, la carrera transcurrió sin percances, y acabé con el tiempo previsto y la satisfacción del trabajo bien hecho.
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San Sebastian |
Para finalizar, y siguiendo un orden cronológico, la semana de parón total que siguió a San Sebastián, y todos los entrenamientos siguientes los considero ya parte de lo que será mi temporada / año 2012, de la cual, como buen cavernícola parlamentario os hablaré en siguientes entradas... seguid atentos!
Pues eres un cavernícola muy guapo. Enhorabuena, me ha encantado el post.
ResponderEliminarEl 2012 será mejor!!!!
ResponderEliminarGracias a los dos, el blog es mucho más completo con vuestros comentarios ;)
ResponderEliminarY cerraras el año en la San Silvestre dándome caña, que no es moco de pavo :)
ResponderEliminarAlli nos veremos Finn Mac!! Habra que disfrutarlo y picarse un poquito no? ;)
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