Este año no voy a dedicar un post inicial planteando cuales serán mis objetivos y pruebas durante la temporada deportiva. Como ya comenté en entradas previas, en 2013 la situación personal va a dar un cambio muy grande a partir de abril, y será imposible intentar adivinar de cuanto tiempo libre dispondré para entrenar a partir de ese momento.

Por eso este año procuraré andar lejos de objetivos de marcas, grandes desafíos o preparaciones para pruebas concretas, y me iré limitando a entrenar lo que pueda, disfrutar sin agobiarme con objetivos e ir apuntándome a aquellos eventos que me vayan cuadrando en el calendario, y para los que me considere apto.

Con esta premisa, este mismo fin de semana tengo ya confirmada la primera prueba de la temporada, el I Trail del Serrucho de Alalpardo, que además supone mi debut en el trailrunning como ya conté por aquí en su día. A pesar de haber acabado el año anterior parado por un inoportuno esguince (superado gracias a "telefisio"), al final he podido encadenar unas buenas semanas de carrera a pie, sumando los desniveles que buenamente he podido cerca de mi zona. Así que en principio llego suficientemente bien de forma como para no arrastrarme.

El serrucho que nos espera
Como no podía ser todo tan fácil, parece que este fin de semana se está preparando una ciclogénesis explosiva que nos va a traer, como regalo retrasado de reyes supongo, lluvias y vientos de hasta 100km/h. Confieso que de entrada no es nada atractivo, pero si ya habéis leído alguna entrada por aquí, sabréis que el orgullo globero es grande en mi, por lo que ya puede empezar a caerse el cielo sobre nuestras cabezas y abrirse el suelo bajo nuestros pies, de otra forma, acabaremos igual, jodidos pero contentos supongo. 
Sea como sea, por aquí tendréis la crónica.