El pasado día 22 de junio llegó por fin mi obligada cita
anual con el triatlón. Acompañado de Aurora y Kilian nos presentamos en el Club
Las Encinas de Boadilla para afrontar el triatlón cross organizado por DuCross
Series con distancias de 700mts – 15km – 4km.
Foto familiar |
La salida se daba en 4 tandas, en función del nivel que cada uno considerara
que tenía en natación. Como no podía ser de otra forma, y acallando la vocecita
del orgullo esa que dice “tampoco vas tan mal…” escogí un dorsal para la última tanda. Después de ver salir a
los primeros 300 participantes, calentar un poco, varias poses para la foto,
llego el momento de la salida, bocinazo al aire y una décima de segundo antes de
saltar al agua me doy cuenta que aún no me he colocado las gafas, con toda la
dignidad que puedo reunir paro el impulso de saltar, me coloco las gafas sin
ningún cuidado, y me lanzo a intentar sobrevivir a los 700 metros de este
primer sector, difícil empezar peor.
Ponte las gafas atontao!! |
Cuatro brazadas son
suficientes para que las gafas se me llenen de agua y me vea obligado a parar
para recolocármelas lo mejor que puedo, y retomo la marcha intentando no perder
la estela del resto de integrantes de mi tanda. Tras unos primeros metros de
lucha por encontrar un hueco, en los que te llevas más golpes de los que te
gustaría, consigo normalizar respiración y nadar sin grandes complicaciones
hasta la primera boya. La alcanzo, y al
intentar hacer el viraje me encuentro con un tapón de gente completamente parada, desconozco porque, pero me es imposible seguir
avanzando. Vuelvo a aprovechar para colocarme las gafas, y tras unos segundos
de duda reanudamos las brazadas, con la consiguiente lucha por la posición en
la que me llevo directamente un bofetón en la nuca, que me deja más suave que
un guante. Respiro, cambio trayectoria e intento ubicar la siguiente boya
tratando de evitar los golpes de los demás triatletas. Esta segunda parte se me
hace más larga, y me agobio un poco recordando lo mal que lo pasé en mi primer triatlón. Finalmente llego, este viraje es más fácil y nos sirve para encarar
el último tramo en forma de M que se hace más cómodo una vez que vas
visualizando el punto de llegada.
Última brazada, pisas tierra, enorme sensación de alivio y
sin mucho tiempo para pensar entramos en la zona de transición para colocarte
casco, zapatillas y dorsal y hacer frente a los 15km del sector ciclista.
A remontar. |
Como siempre al salir de la T1, las piernas están muy
cargadas y cuesta mucho coger un ritmo, no solo de pedaleo sino sobre todo de
respiración. Por suerte, el recorrido es bastante sencillo y tras pocos minutos
me encuentro rodando a una velocidad aceptable adelantando triatletas sin
grandes dificultades. Sin embargo, no tardo en darme cuenta de que el ritmo que llevo no
es tan exigente como yo creo, tras verme sobrepasado por varios triatletas a
los que no soy capaz de seguir la rueda, no hay chispa, no hay fuelle.
Resignado encuentro un compañero que se ha enganchado a mi rueda y me ofrece ir
a relevos hasta donde podamos. Agradecido de haber encontrado un puntito más de
exigencia, y aprovechando para hidratarme, voy concentrado devorando kilómetros
hasta los dos últimos en los que volvemos a entrar en el club de golf y mi
compañero relevista se queda algo rezagado. Coronamos el último repecho,
pequeña bajada para tomar aliento, y ya estamos en la T2 para cambiar la bici
por las zapatillas de correr.
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Las apariencias engañan |
Transición fluida, aunque sin librarme de los amagos de
tirón que me dan al intentar colocarme las zapatillas, falta de costumbre, o
sobre todo de entrenamiento de esta fase. Salgo con un ritmo cómodo, con la
idea de ir aumentándolo progresivamente, si algo necesito para no irme
con mal sabor de boca tras los dos primeros segmentos es demostrarme que las
horas de entrenamiento de carrera a pie me están sirviendo para algo. El
recorrido no tiene apenas dificultad, salvo una pequeña subida inicial. La
primera de las dos vueltas vuelta me la tomo con calma, quizá demasiada. Nada
más empezar la segunda me pego a un triatleta que me adelanta y me obligo a ir
subiendo el ritmo a medida que vamos adelantando gente. Con buenas sensaciones
y llevado en volandas por los ánimos de mis dos mejores apoyos, Aurora y
Kilian, enfilo la última recta para cruzar la meta con un tiempo final de
1:12:49.
Últimas zancadas |
Satisfecho, aunque más cansado de lo que me esperaba. Como podéis
ver en los parciales, no salí el ultimo del agua, aunque mis ritmos siguen
siendo para llorar… no sé si tendré ocasión de realizar un segundo triatlón
este año, lo que si espero es que pueda presentarme en la salida con algo más
de 10 entrenamientos en un año.
Sea como sea, por aquí encontrareis el relato.
Fotos corteasía de: Aurora Mendoza y Zona Dirt
En el próximo, más y mejor. A ti se te olvida colocarte las gafas, a mi las lentillas... Eso le pasa a cualquiera. xD
ResponderEliminarjajaja será verdad eso de que las grandes mentes son despistadas??? XP
EliminarAunque si te soy sincero, si olvidandome las lentillas voy a andar aunque solo sea la mitad de lo que tu andas... firmo encantado!!
Muchas gracias por la visita y el comentario, un abrazo!
xD
EliminarPor si acaso, no lo intentes, no se lo recomiendo a nadie.
Esperando ya la próxima entrada.
Tendria que provocarm alguna dioptria primero... ;)
EliminarEstoy pensando una entrada explicando los beneficios del uso de manguitos hinchables en el entrenamiento del triatlon... a ver si le doy forma...
Buena participación y excelente compañía!
ResponderEliminarYo como no floto en el agua, me hundo, nunca podre triathlear xD.
En serio, para estar poniéndote a punto lo has hecho genial
Gracias por la visita y el comentario Javier!
EliminarComo dijo el famoso futbolista, todo es cuestión de ponerse, yo pensaba lo mismo que tu... y al menos para llegar de los ultimos me da ;)
Gracias de nuevo!