Me ha costado decidirme, pero finalmente voy a dar el salto, el próximo 16 de Agosto espero ser coronado el Rey de Greystones. 

No, no pertenezco a ningún linaje antiguo que ha encontrado de repente línea directa con la corona, tampoco estoy envuelto en ninguna trama de Juego de Tronos, ni me estoy planteando destronar a Elvis de su título. 

El Rey de Greystones es el nombre de la última prueba a la que me he apuntado, un triatlón sprint con natación en el mar, segmento de bici con dos vueltas a un circuito "pestosillo" y carrera a lo largo del paseo y el puerto marítimo. 


Sin haberlo pensado, ni preparado mucho, y después de la cancelación por fuerza mayor del año pasado, vuelvo a mi costumbre de participar en al menos un triatlón al año. No me acuerdo cuando fue la última vez que nade y he salido un día a correr en los últimos dos meses, pero con seis semanas por delante debe haber tiempo suficiente para coger cierto tono y conseguir los dos objetivos principales de esta prueba:

  1. Salir vivo del agua. 
  2. No salir el ultimo del agua.
No sé quien me manda a mi meterme en estos fregados, pero el cosquilleo en el estomago y las ganas de salir a entrenar que me han entrado en el momento de formalizar la inscripción no se pagan con dinero. 

Empezamos la cuenta atrás, alguien tiene un flotador de sobra?