"Un domingo cualquiera puedes ganar o perder, un domingo cualquiera cualquier cosa puede pasar"*
Un domingo cualquiera puede sonar el despertador antes de que salga el sol; puede que tengas la fuerza de levantarte y preparar unas tostadas con Nutella y un café mientras decides si te despiertas.
Un domingo cualquiera puede que llueva o que haga viento, incluso puede que al final salga el sol; puede que dejaras preparada la ropa adecuada o puede que te dejaras olvidado el chubasquero y solo te des cuenta cuando empiece a llover.
Un domingo cualquiera puedes ir de paseo, o puedes ir deprisa; puedes llanear o puedes buscar las alturas cual cabra montesa. Puedes ir solo o resguardarte en la seguridad de un grupo; puedes dar relevos o dar excusas de lo mal que estás y lo poco que has entrenado.
Un domingo cualquiera puedes parar a tomar café y bollos relajadamente o puedes reponer energías sobre la marcha mientras intentas evitar la temida pájara.
Un domingo cualquiera puedes volver a tu casa sintiéndote un gigante de la ruta o puedes perder hasta el nombre por el camino; puede, incluso, que en ambos casos el premio final sea el mismo.
Un domingo cualquiera puedes salir a montar en bici o puedes quedarte en casa pensando en lo que podría haber sido.
Tú eliges, yo lo tengo claro.
*(de la película Un domingo cualquiera, una gran película de Oliver Stone, que si no habéis visto os recomiendo que lo hagáis (no, no va de ciclismo))
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