Carrera perfecta, día de perros. Este podría ser el titular perfecto para la carrera del pasado domingo, en la que se cumplieron todas las previsiones, de mi rendimiento por un lado y de las malas condiciones meteorológicas por el otro.
La carrera empezaba pasado el medio día (quizá la única pega que se le podía poner) por lo que no hubo ninguna prisa en el viaje ni los preparativos previos, desayuno completo y tranquilo, mochila y coche organizados minuciosamente y mi grupo particular de animadores/sufridores listos para aguantar el chaparrón y la fría mañana.
Con una cortina de lluvia constante y un viento bastante fuerte que soplaría en nuestra contra en la primera parte de la carrera, me costó bastante ponerme en movimiento, estaba muy a gusto con la ropa de abrigo puesta y no calenté más allá de unos saltitos esperando al "briefing" y unos breves sprints camino de la salida.
El circuito de carrera a pie consistía en algo más de 3 kilómetros por asfalto alrededor del hipódromo donde se ubicaba la zona de transición. Como casi siempre, intento salir conservador, aunque al ser el primer tramo en suave bajada, me dejo llevar un poco por encima del ritmo que tenía planeado llevar. Las sensaciones siguen siendo buenas y casi sin darme cuenta estamos ya enfilando la pequeña subida que nos lleva de vuelta a la zona de transición; según mi reloj 1 minuto más rápido de lo planeado, según el número de bicis esperando en la transición, en la parte trasera de la carrera.
Después de una transición sin complicaciones salgo al circuito de bici con la intención de apretar al máximo, Aun tomando muchas precauciones por el estado de la carretera y por el hecho de competir con el trafico abierto, comienzo a adelantar corredores a un ritmo bastante alto, e incluso siendo esta primera parte en ligera ascensión constante y con el viento en contra, las sensaciones no pueden ser mejores. La segunda parte del recorrido es aun mas sencilla, plato grande, viento a favor y a ir descontando kilómetros hasta llegar de nuevo al hipódromo, siendo el último kilómetro justo en la entrada el que más se me atraganta al no conseguir encontrar un ritmo cómodo en la subida.
Con las piernas bastante duras llego a la segunda transición y tardo algo más de lo deseado en salir gracias a ímpetu con el que una jueza de carrera me obliga a ponerme el casco y quitármelo después de haber dejado la bici en su sitio... Me lo tomo con humor, e incluso me sirve para respirar un poco y salir más tranquilo al último segmento de carrera. Al poco de salir mientras encuentro el ritmo que mejor me viene, me adelantan dos corredores y me vuelve el miedo de que me pasen por encima todos los que he adelantado en bici. Me fijo como objetivo no perderles de vista y me voy animando a subir el ritmo al ver que las piernas van respondiendo sorprendentemente bien; poco a poco voy subiendo el ritmo hasta enfilar la ultima subida de unos 600 metros en la que sufriendo algo más de lo previsto, consigo adelantar de nuevo un par de puestos y parar el reloj en 1h 10min 30seg cansado, pero contento, muy contento con la carrera y sobre todo las sensaciones.
Después de casi 2 años sin participar en un duatlón y con un entrenamiento bastante limitado, conseguir mantener los ritmos previstos antes de la carrera e incluso hacer el segundo segmento a pie más rápido que el primero es un pequeño gran subidón de moral para lo que pueda sacar de este año, veremos que tal sigue.
Próxima parada, Bray 10k cliff run
Fotos: Aurora Mendoza
Quitate el casco, vuelvetelo a poner, quitatelo de nuevo... jueza malvada... te vio cara de tramposo :D Buena cronica!
ResponderEliminarme calo nada más llegar ya te digo XD
EliminarNo me salio muy fluida la crónica, tambien me falta entrenamiento en esto, pero bueno, ahi queda! Gracias Alberto
Eres un malote... Le rayaste el coche después, no?
ResponderEliminarHe pasado la incidencia a unos amigos albanokosovares que son muy majetes... XD
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